El tenis es, sin duda, la principal
fuente de referencia del pádel, por lo que coinciden en algunos
aspectos de juego, pero no en todos. En primer lugar, la pista es
bastante más reducida, y contamos con una pared de tres
metros de altura en el fondo y parte de los laterales que forma parte
activa del juego. Cuando la pelota golpee en ella, podemos
devolvérsela a nuestro rival, siempre y cuando no vuelva a pisar
nuestro campo antes. Este cambio en la forma de jugar es,
posiblemente, lo más difícil de aprender para aquellos que
se inician en el pádel. Y es que una buena situación en la pista es
algo fundamental para 'leer' los golpes, y saber dónde estará la
pelota para poder devolverla con precisión.
Otro aspecto importante que diferencia al pádel del tenis es el ritmo de juego. Al jugarse casi siempre por parejas (el pádel individual es muy poco frecuente), lo importante no es golpear la pelota con la máxima potencia, ya que el espacio de pista es más limitado, sino colocarla siempre en el mejor lugar posible, generalmente muy cerca de la pared, para dificultar la devolución del rival. La superficie de juego es, generalmente, de césped artificial o materiales sintéticos, aunque también existen pistas de cemento y hormigón poroso, que no requieren mantenimiento. En lo que respecta a la puntuación, se sigue el mismo sistema que en el tenis, con partidos a 3 ó 5 sets .
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