1. En primer lugar, es indispensable que los dos jugadores estén cómodos en la pista y se sitúen de tal forma que queden pocos huecos vacíos. Estar dos jugadores en una misma pista implica que uno no entorpezca el camino del otro y no entre en su espacio personal.
2. Dos personas que trabajan juntas forman parte de una misma estrategia en la que conviene entrenar la coordinación. Analiza tus puntos débiles y los de tu compañero. Lo importante es que cada uno pueda cubrir con sus fortalezas algunas de las carencias en el juego del compañero.
3. El espíritu deportivo implica que un jugador no riña a su compañero por haberse equivocado y sepa elogiar sus aciertos para reforzarle en su capacidad y en su autoestima. Conviene eliminar la idea de que uno se crea mejor que el otro para poder aprender mutuamente del compañero.
4. Como compañeros que formáis parte de un mismo equipo tenéis que desarrollar una estrategia común y hablar de ella de forma clara para evitar sorpresas inesperadas de última hora. Un partido de pádel no tiene que quedar abierto a la improvisación sino que debe contar con una planificación previa.
5. Al menos durante un día a la semana es indispensable que puedas entrenar con un entrenador de pádel titulado que te ayude a mejorar tu juego.
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